Con la pandemia como telón de fondo, el mercado camionero chileno ha transitado por sus años más extraños. A una baja alarmante de las ventas, siguió una normalización de la demanda, pero con un stock que cayó fuertemente. Las razones van más allá de las medidas sanitarias y son parte de un fenómeno global.

Textos: Rodrigo Castillo / Fotos: Marcas y Unsplash.

 

A nadie le ha resultado indiferente la pandemia global por COVID 19, y menos al rubro camionero, que ha debido seguir operando en las más difíciles condiciones sanitarias a nivel local e internacional, pero además y, en la medida que ha evolucionado la pandemia, se ha debido enfrentar a una nueva dificultad: la falta de stock de ca- miones repuestos, una realidad instalada y reconocida por las marcas y su gremial, ANAC A.G (Asociación Nacional Automotriz de Chile).

El 23 de junio de 2021, la gremial que agrupa a importadores y marcas expresó su preocupación por la logística en pandemia, que afectaba al mercado de camiones. “Producto del entorpecimiento al retorno de los conductores a su país de origen, el 50% de los camiones pesados nuevos y el 80% de los buses nuevos que ingresan a Chile por vía terrestre están siendo afectados” reseñaba el comunicado de prensa.

Pero este es un factor de una intrincada cadena de situaciones que, en la suma, configuran una inédita situación: una proyección de ventas de 16.300 unidades en camiones (muy cercana al récord histórico de 18.585 de 2011), según la última corrección al alza realizada por ANAC, y un stock contenido por múltiples factores.

MÁS ALLÁ DE LA PANDEMIA

“Es real y será una realidad durante al menos el segundo semestre del 2022. ¿Qué sucedió? Lo primero y más grave fue la sobre reacción de toda la industria de proveedores que en vista de la pandemia, redujeron niveles de producción y planificación, lo que implicó en baja de turnos y reducción de capacidad de producción, cancelaciones de contratos de compra de materias primas, en- tre otros. Si bien la activación de Chile no es un reflejo de la situación mundial, se prevé que recién se normalizará la capacidad en el segundo semestre del próximo año. El otro tema que ha sido transversal a las industrias es el famoso tema de los chips, ¿qué pasó? Un cambio en la demanda del consumidor, el encierro de la pandemia mundial generó una sobre demanda de conectividad y de línea blanca de los hogares consumiendo gran parte de la demanda de chips”, explica Ben Díaz, gerente de MAN Chile.

Díaz se refiere en la última parte de su declaración a la alarmante crisis de semiconductores y chips, que hoy son elementos claves no solo de camiones y automóviles, sino de maquinaria, y otros bienes de capital, sin olvidar de smartphones, computadores y casi todo.

El gigante del transporte, Traton Group, del cual forman parte marcas de gran relevancia como Volkswagen Scania, Navistar y MAN comentó en un comunicado liberado por el grupo el 22 de septiembre de 2021, “recientemente, las graves dificultades en el suministro de semiconductores se han atribuido principalmente al aumento de casos de COVID-19 en Malasia y al bloqueo que siguió. Malasia es un centro importante, ya que muchas empresas de chips relevantes para la industria automotriz tienen su producción allí” en un comunicado liberado por el grupo el 22 de septiembre de 2021.

César Vargas, de inteligencia de negocios, gerencia de Camiones en Salfa, por su parte analiza: “es una suma de variables, las cuales están todas relacionadas con la Pandemia del Covid-19. En principio el hecho que las fábricas cerraron algunos meses, el quiebre de algunos proveedores por las cuarentenas en los distintos países, la crisis de los microchips, la rápida recuperación de Chi- na y EEUU (en su momento) que aumentó la demanda de buques, y por ende su menor disponibilidad, etc. Sin duda, estamos ante un escenario complejo que, -intuyo- que durará al menos hasta el segundo semestre del 2022”.

Algunas marcas han reconocido que algunos sistemas de navegación, pantallas y cargadores de teléfonos se eliminaron para canalizar los chips disponibles a componentes más cruciales, informó Bloomberg, mientras que AutoForecast Solutions cifra en 8,21 millones los vehículos, contando autos, camiones, autobu- ses y motocicletas, que se han dejado de producir este año, con la previsión de alcanzar las 9,43 millones a finales de año.

“Ha sido un período muy sorpresivo en cuanto al comportamiento de la demanda, que se vio seriamente afectada primero con el estallido social y después por la pandemia, pero que a lo largo su evolución y por el carácter estratégico de la logística vimos una normalización de la demanda, donde la cadena logística y abastecimiento de las distintas fábricas, sumado a ello la mayor cautela en las proyecciones de venta, implicó que muchas marcas se encontraron con problemas de stock y abastecimiento. En nuestro caso en Maco Tattersall con nuestras marcas International, FAW y Dongfeng, tenemos disponibilidad en la mayoría de sus modelos, y a lo largo de todo Chile”, comentó a su vez, Patricio Abrigo, gerente comercial de Maco Tattersall.

Pero el negocio continuó incluso en pandemia, Ben Díaz de MAN cuenta cómo evolucionó el mercado durante los largos meses de confinamiento sanitario. “Un periodo de incertidumbre los primeros 4 meses y posterior a esto un claro crecimiento impulsado por dos industrias claramente identificables: delivery de bienes, que trae consigo todo el consumo web y que ha implicado un incremento de 200% de la logística de distribución; y, en segundo lugar, la mine ría,donde se refleja especialmente con el precio actual del mineral”.

SOBREVIVIR CON POCO STOCK

Las marcas no han demorado en tomar medidas para mitigar los efectos de esta crisis global en el mercado chileno. Así han redoblado los esfuerzos para fortalecer sus cadenas logísticas y mantener el transporte no solo en movimiento, sino procurando cumplir oportunamente con las renovaciones de flotas, muchas veces requeridas por los grandes generadores de carga.

“Hemos trabajado fuertemente con las fábricas y proveedores navieros para darles la mejor respuesta a nuestros clientes, tenemos muy buenas relaciones y eso nos ha llevado a responderles de la mejor forma posible, considerando el difícil contexto en el que nos encontramos”, afirmó Vargas, de Camiones Salfa.

Patricio Abrigo, de Maco Tattersall, analiza cómo la industria se reactiva en función de nuevos modelos de negocios. “Vemos con mucho interés la evolución y aumento de la demanda en camiones urbanos, medianos y livianos, que se da por el auge de negocios asociados a la “Última Milla”, y el delivery, que se desarrolló fuertemente en pandemia,en ese sentido nuestras marcas FAW y Dongfeng cuentan con una completa línea de productos que entregan fiabilidad, eficiencia y gran capacidad de trabajo, todo con el apoyo de nuestra red de sucursales y concesionarios, que nos permite apoyar a nuestros clientes como socios en cualquier lugar del país”.

En este escenario, la seriedad es clave para no perder clientes y retomar el crecimiento, en la medida que se normalizan los stock de las diversas industrias afectadas por el período de pandemia. “Lamentablemente con un ledtime mayor a los 7 meses, la capacidad de reacción ha sido reducida, pero nuestro compromiso en MAN ha sido con nuestros clientes, no sobre prometer, no tratar de amarrar ventas inciertas, saber bien el tema de los plazos y cumplir con nuestras entregas”, comentó Ben Díaz, de camiones MAN.

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