perezjaraAmbas han puesto en jaque a los gobiernos de la Presidenta Bachelet. La Confederación Nacional del Transporte de Carga en agosto del año pasado, por los atentados en La Araucanía y la Confederación Nacional de Dueños de Camiones en 2008, por el impuesto al combustible. Sin embargo, las agrupaciones que lideran Sergio Pérez y Juan Araya respectivamente, siguen líneas distintas. Estilos de liderazgo contrapuestos, rencillas históricas, el trato a los “transportistas pequeños” y la visión sobre cómo afrontar la seguridad en La Araucanía, forman parte de un escenario que podría complicar al Ejecutivo.

Los líderes de la Confederación Nacional del Transporte de Carga (CNTC) llegaron con entusiasmo a La Moneda en mayo de 2015 a la audiencia que habían solicitado con el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, para abordar sus preocupaciones respecto de la seguridad en La Araucanía. Pero el ánimo de los dirigentes tuvo un giro radical cuando vieron llegar al presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC), Juan Araya -su histórico oponente del gremio-, a la reunión. Y la sensación de incomodidad aumentó cuando se enteraron que la misma autoridad lo había invitado.

José Villagrán, cabeza de la Federación del Sur de los transportistas, le señaló a Aleuy que no entraría a la audiencia e intentó convencer a sus compañeros de que siguieran sus pasos. Su postura fue secundada por José Egido, presidente de la Federación de la Quinta Región e impulsor de la movilización del pasado viernes 19 de febrero, quien además no le dirigió la palabra a Araya.

Sin embargo, el presidente de la CNTC, Sergio Pérez, optó por una postura distinta y decidió participar de la cita para presentar su opinión al subsecretario sobre los conflictos que han tenido en La Araucanía.

La rivalidad entre ambas organizaciones data de 2012, cuando la disidencia de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones renunció y formó la Confederación Nacional del Transporte de Carga (ver recuadro). Animosidad que podría transformarse en escollo difícil de sortear para el Gobierno en el marco de las negociaciones que mantiene con el gremio por las tarifas de peajes y que se retomarán una vez que el ministro del Interior, Jorge Burgos, regrese de sus vacaciones. Ello, pues las diferencias podrían impedir que se llegue a “un acuerdo que deje contentos a todos” y se termine con una nueva movilización de los camioneros.

Visiones contrapuestas que se evidencian, por ejemplo, en que mientras el grupo de transportistas busca no marcar diferencias entre las grandes y pequeñas empresas, los dueños de camiones suelen “apadrinar” a los más pequeños, buscando que paguen menos impuestos. Lo mismo ocurre en las relaciones con el Gobierno. Mientras la CNDC asegura que no se moviliza cuando participa en mesas de trabajo con el Ejecutivo, la CNTC ha probado lo contrario en al menos dos oportunidades: la marcha de “los camiones quemados” desde la Región de La Araucanía a La Moneda, en agosto de 2015 y la movilización por las tarifas de los peajes de hace nueve días.

Es más, los dueños de camiones, salvo por la manifestación por el impuesto al diésel de 2008 (ver recuadro), no han protagonizado grandes movimientos. Incluso, en su paro más relevante, el presidente de la confederación, Juan Araya, decidió deponerlo al llegar a un primer acuerdo con el Gobierno, mientras la disidencia de ese entonces -ahora en la directiva de la CNTC- continuó movilizada hasta alcanzar un acuerdo con el que estuviesen conformes.

El individualismo de Araya y la tríada de la CNTC

Los liderazgos en ambas confederaciones también se diferencian. Juan Araya se caracterizaría según dirigentes de su organización, por ejercer una conducción más bien individualista, que en ocasiones no sería oportuna al no aprovechar las capacidades de quienes lo secundan en la directiva: Juan Bassi, vicepresidente, y Augusto Pendola, secretario general. La característica clave del primero sería su cercanía con los empresarios y conductores del norte, al ser dirigente de Calama. Mientras, Pendola, dirigente de Valdivia, maneja su propio camión, hecho que lo hacen conocer de cerca los problemas en terreno de los camioneros. Así, dentro del gremio consideran que Araya debiera apoyarse más en ellos, ya que él suele trabajar desde la sede, sin muchas salidas a terreno. Esto se vería reflejado por ejemplo, en que no existen reuniones frecuentes entre la directiva, al trabajar todos en distintas regiones.

Sin embargo, según sus cercanos, Araya cuenta dentro de sus cualidades los años de experiencia en el rubro: presidente de la confederación desde 2007 y dirigente desde 1992, tiempo en el que habría cultivado buenas relaciones con empresarios, políticos y autoridades de Gobierno.

Por su parte, en la confederación de transportistas aseguran que el liderazgo no es únicamente de Sergio Pérez, sino que existe una tríada junto al vicepresidente José Villagrán, y el secretario general José Egido. Mientras el presidente es reconocido por ser conciliador y pacífico a la hora de dialogar, Villagrán suele ser más “severo” y “mecha corta” al discutir temas, sobre todo, de La Araucanía. Egido en tanto, se caracteriza por su experiencia al ser dirigente desde 1992, contemporáneo a Araya en la CNDC. Dentro del gremio se comenta que precisamente esa experiencia y su rol en la separación de la confederación de Araya, lo perfilan como el verdadero líder “en las sombras”.

El estilo de conducción de Pérez, para algunos, debilitaría el liderazgo de la directiva en algunas circunstancias, y citan como ejemplo, la movilización del viernes 19. Al entregar señales confusas, tras decidir en pocas horas deponer el paro, provocó la molestia de algunas asociaciones del sector de San Antonio, que quisieron continuar con la movilización por cuatro horas más para demostrar su descontento, haciendo caso omiso a la determinación de su presidente.

Relación con el Gobierno: entre Burgos y Aleuy

Con todo, ambas confederaciones participan constantemente en mesas de trabajo con el Gobierno. En la CNTC comentan que han logrado establecer buenas relaciones debido a las gestiones que ha realizado del secretario ejectivo, Baldemar Higueras, ex seremi de Transportes del Maule del primer periodo de la Presidenta Michelle Bachelet. Interior es la cartera con la cual establecen mayor contacto y el hombre clave dentro de ella, con el cual tienen más afinidad es Jaime Rojas, jefe de la división de Investigación de la subsecretaría de Interior.

A nivel de autoridades, quien les entrega mayor confianza es el ministro Jorge Burgos y tendrían diferencias con el subsecretario Aleuy. Así se demostró en la movilización de agosto, cuando momentos después de que asegurara que no se autorizaría la marcha, Burgos informó que sí la permitía.

La situación cambia bastante en la institución de los dueños de camiones y nuevamente evidencia las diferencias entre ambas organizaciones. Las reuniones que suelen establecer dentro de Interior son con el subsecretario Aleuy, y dependiendo de la gravedad del asunto, solo en algunas ocasiones se dirigen a Burgos. Sin embargo, aseguran que no se debe a un tema de cercanía, sino que solo acuden al ministro para tratar temas de mayor envergadura.

Redes de apoyo político

Además del contacto que mantiene con el Ejecutivo, los congresistas también forman parte de la estrategia en relaciones con autoridades de los camioneros. Para el grupo de Araya un tema relevante fue el impuesto específico al diésel, y desde 2014, tras conversar de ello en diversas reuniones con el diputado DC Pablo Lorenzini, entablaron una relación cercana con él, al mostrarse en la misma línea que la organización. También aseguran que cultivan buenas relaciones con los senadores Andrés Zaldívar (DC)y Carlos Montes (PS), al sentirse apoyados en las posturas de estos en la protección a las pymes, una de las aristas de la reforma tributaria.

Los liderados por Pérez, por su parte, han puesto especial interés en el control de identidad de la agenda corta antidelincuencia. Es por eso que se han reunido con más de diez senadores para conversar al respecto. El presidente de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, es el congresista con que mayor afinidad comparten en esta materia, aseguran.

Tercera fuerza latente

En el gremio de camioneros existe una tercera agrupación que reune a grandes empresarios del rubro: ChileTransporte. Entre ellas, por ejemplo, se encuentra Sotraser, de Bethia, el holding presidido por Carlos Heller.

La importancia de esta última punta del triángulo es que hasta el momento no se han involucrado en las negociaciones de las otras dos organizaciones con el Gobierno. Esta confederación podría inclinar la balanza para uno u otro lado al pronunciarse en alguna demanda, potenciándola. Por eso, ambas asociaciones definen a ChileTransporte como “cercano” a sus posturas.

Desde el gremio de grandes empresarios aseguran que son partners con los transportistas, debido principalmente, a una amistad entre los presidentes de ambas instituciones, Sergio Pérez de la CNTC y Víctor Jorquera de ChileTransporte. De hecho, indican que apoyaron el paso de las maquinarias quemadas por La Moneda e incluso estaban en Palacio cuando marcharon. No obstante, no aprobaron la movilización nacional.

Y precisamente esa sería una de sus diferencias con la organización “amiga”: están en contra de las movilizaciones. Además, no están de acuerdo con la inclinación política de la confederación de transportistas, pues si bien mantienen reuniones con Interior, prefieren privilegiar aspectos más técnicos y buscan participar en mesas de trabajo con Transportes y Obras Públicas.

Aún así, la afinidad con el grupo de Pérez puede dejar en un segundo plano a los dueños de camiones a la hora de negociar con el Gobierno. De hecho, al igual que la CNTC, no están de acuerdo con las posturas de la CNDC en especial con el “apadrinamiento” a los pequeños camioneros.

– 20 mil camiones tiene asociados la Confederación Nacional de Dueños de Camiones.

– 18 mil máquinas forman parte de la Confederación Nacional del Transporte de Carga.

– 9 mil vehículos de carga tiene el gremio ChileTransporte.

 Las principales demandas de los gremios

Transportistas de carga

Seguridad: Además de su preocupación por las quemas en La Araucanía, la CNTC considera que debiera haber más puntos de control y Carabineros en las carreteras, ya que de esa manera se puede tener registro de qué camiones circulan y por dónde, quiénes lo manejan y qué carga trae, entre otras cosas.

Registro Nacional de Transporte: Quieren promover una legislación del transporte de carga terrestre. Hoy no existe un registro de la cantidad exacta de camiones a nivel nacional, cuántos están inscritos en cada uno de los gremios, ni quiénes son los dueños y conductores. Buscan crear este registro para evitar problemas como la internación ilegal de camiones.

Reforma Tributaria: En 2014, cuando se comenzó a plantear la reforma, la confederación tenía dudas con respecto a las pymes. Por eso se reunieron con el presidente de la Multigremial Nacional de Emprendedores, Juan Pablo Swett, y tras escucharlo consideraron que debían asesorarse con él para los temas tributarios. Su cercanía llegó al punto que hoy Sergio Pérez es vicepresidente de la multigremial.

Fuente: El Mercurio, sigue leyendo aquí:

 

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