Santiago 27 de Enero de 2018
La Araucanía es un escenario en el cual se desarrolla un conflicto que tiene muchos actores, mucha violencia, mucho dolor, mucha pérdida material y humana y a la fecha ningún responsable.
Lo evidente es que en esta Región los atentados a nuestros camiones son reales, ahí estuvieron frente a la Moneda los fierros retorcidos de ellos, la quema de iglesias es real y ahí está la comunidad tratando de levantar nuevos y modestos templos. Hay organizaciones que se han adjudicado estos atentados con un desparpajo inexplicable.
Lo concreto, las victimas quedan abandonadas, las instituciones que deben protegerlas enfrascadas en perseguirse mutuamente y los violentistas paseándose en total impunidad.
Es de tal magnitud el impacto que han generado estos violentistas que no solo tenemos que transitar con nuestros camiones en la más absoluta indefensión, ahora también tenemos que dudar de aquellos que nos deben defender y permitir que hagamos nuestra tarea en un clima de libertad y seguridad
Como empresarios del Transporte asociados en la principal organización de camioneros de Chile CNTC-CHILE, sentimos la misma rabia e impotencia de todos los chilenos, por lo que hacemos un fuerte llamado a las actuales autoridades y al nuevo Gobierno para que extremen las medidas que ofrece la legalidad existente y no relativicen lo que a todas luces es gravísimo e inaceptable.
El país es testigo de las intensas luchas gremiales que hemos dado tratando de interpretar la voz de los que no tienen voz, hoy como siempre los camioneros sentimos la urgencia de promover los grandes valores de la confianza, el respeto por la libertad del otro, ahora estamos convencidos que llego la hora de abocarnos con espíritu optimista y con visión de futuro para que en cada ruta de Chile y muy especialmente en la Araucanía se transporte en nuestros camiones la esperanza y la dignidad personal y familiar de cada uno de nuestros compatriotas.